La misma técnica de siempre, el mismo lugar, el mismo recorrido, el mismo banco, el mismo olor, las mismas risas, los mismos temas de conversación, las mismas carticias, la misma complicidad, el mismo tacto, la misma ilusión, el mismo cariño, la misma mirada, sus mismas manos junto a las mias, su misma sonrisa, la misma inquietud, lo mismo que antes lo mismo de siempre, pero sin el mismo beso en sus labios..

Ganas.

Ganas, no me faltan, pero un ligero viento se me viene encima recordandome que me acerco al abismo, ligero porque aunque resbale no caeré en aquel vacio, vacio lleno de miedos. Un frío intenso convierte mis huesos en tempanos de hielo al recordar. Comparo con hacer puenting esta etapa de inquietudes, de saltar y notar de nuevo en mi piel el fresco aroma del aire, aire nuevo y diferente pero siempre aire. Y en mi cabeza mientras tanto rondan dos caminos, el de pensar que si salto estoy sujeta a una gran cuerda de nombre seguridad. O pensar que ya no estaré en lo más alto...

Su tacto.

Por suerte o por desgracia estuve en aquella situación que tanto tiempo estuve esperando, no fue ni por asombro como la imaginé, fue fria pero llevadera, agredable y chulesca; hasta el momento que el aire no corría con suficiente espacio entre nosotros, hasta el momento que oí las palabras de entonces, hasta que con mucha suavidad me rozaban sus labios. Ahí la cosa aumento su nivel de dificultad y nadie me había dicho como debía terminar el juego, dejé que me agarrara, pues lo necesitaba, pero algo que solo yo sé, me impidió besarle. Por ahora.

Lalalala

Siento que un big-bang rompe en mi interior, y a la vez apacigua las voces con un suave calor. Pierdo sentimiento me queda conciencia guardada en un viejo cajón. Y subo la radio y abro mi cabaña, que escuchen los de alrededor ; no queda vergüenza, no queda nada, ya no queda ni rastro de amor.

Frio.

El llanto te ahoga, tu refugio está entre las sabanas y nadie te escucha. No hay comprensión no te queda intimidad, no sabes como afrontar las decisiones y te aferras al silencio. Notan que tu comportamiento es diferente pero nadie se dirige a ti a preguntarte un por qué, al fin eso es lo de menos porque tampoco piensas dar falsas explicaciones. Sigue buscando el camino mas sencillo para salir de este trayecto que se ve tan oscuro, buscas como todo ser humano en lo que habitualmente te daba la calma y te sorprende que todo aquello no apacigua nada, te atreverías a decir que incluso lo contrario. Solo queda esperar e inyectarte la paciencia, mientras las lagrimas secan.