Te levantas, no tienes ganas de nada, solo hay ganas de no tener ganas de no sentir de no querer. Sientes que el mundo se te cae encima y que dentro de un minuto y medio como mucho romperás a llorar, lo notas, tus ojos están hinchados y a punto de caramelo. Vas hacia el ordenador, pones el youtube y la canción más dramática y más melancólica que se te venga a la cabeza, mientras tanto buscas un por qué a tu estado de ánimo y le das a la repetición de esa canción tan triste que te ayuda a desahogarte, así una y otra vez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario