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miércoles, 10 de agosto de 2011


Cuando te refugias y te auto-marginas del mundo no es para ser feliz y vivir un momento estupendo. Cuando te quedas a solas con la soledad es para pensar en lo solo que te sientes. Tenemos a mil y una persona, pero aún así millones de veces nos sentimos solos, no sabemos a quien expresarle lo que hay dentro de nosotros mismos, con el miedo a que nos escuchen pero no nos comprendan. Es como ir andando por un largo camino, con una energía interminable, pero el trayecto nunca acaba. Son esos los momentos en que por muy aislado que quieras estar, necesitas a un acompañante en el transcurso de muchos momentos, y en los que te vienen recuerdos y situaciones a la mente, de cuando tenías a esa persona que comprendía los trastornos de tu cabezas, o de personas con las que sabes que sentirás la protección adecuada... Pero desgraciada o afortunadamente, quien sabe, abres los ojitos y ves que no, que aún sigues refugiada, a solas con la soledad.

1 comentario:

  1. Divina entrada ♥ ya te estoy siguiendo te dejo mi blog así me seguís :) http://nadiedijoquelavidaesfacil.blogspot.com/ un beso ♥

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