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viernes, 29 de julio de 2011


La cabeza mareadilla, una tableta de chocolate, las dos de la mañana, el humo de un cigarro y cocacola, mucha cocacola. Mi cabeza sigue mareada, no sé si es del mareo, o tal vez porque no dejo de darla vueltas, qué pasa? Esto no es normal, a mi las cosas me vienen grandes, tengo que despertar ya urgentemente o me golpearé bien fuerte al caer de la cama. Soy diminuta para algo imposible de alcanzar, por todos los motivos posibles, y lo que puedo alcanzar, esta lejos de mi. Acaso no hay algo bien hecho? Si algo cercano, alcanzable y a mi disposición! ... Mi tableta de chocolate disminuye y la lata de cocacola se ha vaciado al igual que se ha consumido mi cigarro, como se consumen mis ideas. 

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